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¿Qué tal se controla usted la diabetes?

Esta es una pregunta que como paciente, le hacen continuamente cuando acude a cualquier especialista.

 

A menudo los pacientes contestan dubitativamente, aunque lo cierto es que la mayoría creen que bien. Es lógico, la mayoría se somete a una dieta con restricciones, intenta hacer ejercicio y de alguna manera hace lo que cree correcto. No obstante, no todos ellos consiguen un buen control de la glucemia a pesar de sus esfuerzos; incluso algunos a pesar de todo se permiten algún exceso de vez en cuando porque consideran que tampoco será tan importante...

 

En este sentido es fundamental entender que todo el daño que la diabetes produce en nuestro organismo es en su mayor parte irreversible. Por eso hay que insistir tanto en que la prevención debe ser siempre el tratamiento de elección. Y también que todos aquellos hábitos que falsamente creemos inocuos como los pequeños, o no tan pequeños excesos, deben ser tenidos en cuenta. La hiperglucemia siempre que se produce va generando un lento deterioro de la microcirculación. No debemos facilitarlo. Es muy importante contar con el máximo de información en este tema. Esta información la encontrará a través de su médico, del personal de enfermería que hace un excelente papel, y de las asociaciones de pacientes.

 

Se preguntará entonces cómo saber si su control de la diabetes es el adecuado. Una de las maneras para conocer sus niveles de glucosa en sangre (glucemia) es midiendo la glucemia capilar, lo que todo el mundo conoce como un pequeño pinchazo en el pulpejo del dedo. Extraemos de esta forma una gota de sangre para impregnar una tira reactiva que introducimos en un aparatito. Es un procedimiento sencillo pero que a base de repetirlo supone un sacrificio para el paciente. Se está trabajando en métodos alternativos para mejorar la calidad de vida del paciente diabético. Espero que pronto constituyan una realidad al alcance de todos.

 

La glucemia capilar es una técnica importantísima para poder hacer una primera estimación de si las medidas de control que llevamos a cabo son eficaces. Pero no deja de ser una medición puntual que nos da información acerca de la glucemia en el mismo momento en que lo llevamos a cabo. Como el día tiene 24 horas, podría ocurrir que durante el resto del día alcancemos niveles de glucosa inaceptables para un buen control global de la diabetes.

 

Aquí entra en escena un parámetro analítico de gran importancia. Se trata de la hemoglobina glicosilada (A1C). La hemoglobina es el pigmento rojo de la sangre, la molécula que transporta el oxígeno y que permite su liberación en los capilares para que alcance las células en los tejidos. Cuando los niveles de glucosa son altos, la hemoglobina tiende a "mezclarse" con la glucosa transformándose en hemoglobina glicosilada. Si medimos los niveles o la proporción de esa hemoglobina que se ha convertido en glicosilada (A1C), podemos tener una idea indirecta de cómo ha estado la media de los niveles de glucemia en los últimos 2-3 meses.

 

Luego por un lado debe medir su glucemia día a día pero por otro, debe conocer siempre la información de sus niveles de hemoglobina glicosilada. Si son menores de 7%, podemos considerar que existe un bajo riesgo de progresión de las complicaciones de la diabetes. Dependiendo de cómo de bueno sea su control de la diabetes, su médico le indicará cada cuánto tiempo tiene que repetir este análisis. Las principales guías recomiendan que al menos se debe hacer dos veces al año.

 

Y esto es lo verdaderamente importante, debemos ponernos en manos de un profesional experto en diabetes, que puede ser el médico de familia, el endocrinólogo o el internista. Un profesional que nos ayude a controlarla de forma efectiva desde el diagnóstico porque sabemos que nuestro metabolismo tiene "memoria", y si durante un tiempo no prestamos atención a nuestra diabetes, esto va a dificultar que consigamos un buen control en el futuro. De la misma forma, si realizamos un control intensivo de la glucemia desde el comienzo consiguiendo y manteniendo un muy buen control metabólico, nuestra diabetes será más fácil de controlar en el futuro y la tasa de complicaciones será menor. Se estima que tras diez años de un control intensivo obtenemos veinte años de "protección", lo que teóricamente nos permitiría no ser tan estrictos durante este largo tiempo sin empeorar nuestro control metabólico. Algo que es muy importante en todo momento es evitar las hipoglucemias ya que se relacionan con la mayoría de las complicaciones que asocian riesgo vital.

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