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Sobre mí

 

 

Mi nombre es Saturnino Gismero Moreno y desde que tengo uso de razón quise ser médico. No sé bien por qué. No había médicos en mi familia por lo que no tengo una explicación racional para esta temprana vocación, salvo por la admiración que sentía por los médicos de mi entorno. El milagro de la curación, o el alivio del padecimiento de otros semejantes, entendidos como una potente motivación. Al principio como algo mágico aunque posteriormente según avanzaba en mis estudios, como una ciencia que te atrapa. Un modo de vida al que no se llega fácilmente, al menos no sin mucho esfuerzo, y al que tengo la suerte de dedicarme aunque no siempre nos trate bien. Una profesión que me ilusiona como el primer día. 

Soy médico especialista en oftalmología desde el año 2000, momento en que terminé mi formación MIR en el hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria de Málaga. Previamente cursé la licenciatura en la facultad de medicina de Alcalá de Henares y en los hospitales Principe de Asturias y Universitario de Guadalajara. La suficiencia investigadora la obtuve en la Universidad de Málaga, provincia en la que resido felizmente desde 1994 y que nos ofrece una calidad de vida tan sólo al alcance de muy pocos lugares del mundo. Soy miembro de la Sociedad Andaluza de Oftalmología (SAO), de la Sociedad Española de Retina y Vítreo (SERV), de la Sociedad Europea de Especialistas en Retina (Euretina) y de la European Vitreo Retinal Society (EVRS). 

He desarrollado mi actividad profesional en diferentes centros especializados. En todos ellos he tenido la suerte de trabajar con grandes maestros, y de todos he aprendido mucho: oftalmólogos, enfermeros, ópticos, auxiliares, administrativos,... No puedo dejar de aprovechar esta oportunidad para mostrarles mi más sincero afecto y agradecimiento:

-Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria de Málaga.

-Hospital Costa del Sol de Marbella.

-Clínica Ocular Dr. Tirado, en Fuengirola.

-Oculsur Jerez, grupo Innova. Jerez de la Frontera. Cádiz.

Desde que era residente la patología de la retina siempre despertó mi entusiasmo. Sospecho que la Dra. María José Morillo que en aquel momento era mi adjunta de la unidad de retina, y desde entonces mi amiga, maestra y compañera, tuvo mucho que ver en esto. Y creo que a ella le debo esta vocación dentro de la oftalmología. Me siento muy afortunado por haber dado mis primeros pasos en esta especialidad con ella y con todos los compañeros del servicio de oftalmología del Clínico Universitario de Málaga, bajo la dirección del Profesor José Manuel García Campos que fue nuestro jefe durante cuatro años inolvidables, en los que conocí a mi gran amigo y compañero de residencia, el Dr. Juan Carlos León Aparicio, un magnífico oftalmólogo y todavía mejor persona, al que respeto, admiro y quiero.

Posteriormente empecé a dar mis primeros pasos como médico adjunto. El Dr. Antonio Rojano Pastor fue mi primer jefe en el Hospital Costa del Sol de Marbella, donde aún hoy día sigo ejerciendo. Fue uno de los cirujanos pioneros en Andalucía en la adopción de la facomulsificación como técnica de elección para la cirugía de la catarata. Y tuve la suerte de que fuera mi maestro de lujo en este procedimiento. Una técnica que permanece vigente en el mundo entero a pesar de los modernos y carísimos láseres de femtosegundo que intentan abrirse camino. Una técnica que hoy por su cotidianidad nos parece que lleva toda la vida con nosotros pero que como es lógico no llegó sola, sino de la mano de excelentes cirujanos que nos facilitaron su aprendizaje. 

Fue muy poco después cuando el Dr. Antonio Tirado casi por casualidad se cruzó en mi camino profesional, aunque quizás sea más correcto decir que me crucé yo en el suyo. Lo que inicialmente era una consulta médica en un piso, fue creciendo y transformándose en una clínica médico-quirúrgica con un gran equipo humano y una enorme preocupación por adoptar puntualmente todos los últimos avances tecnológicos; no es de extrañar que sea considerada una referencia en la Costa del Sol. En ella he tenido la ocasión de impregnarme de su entusiasmo y capacidad de trabajo, manteniendo la misma ilusión que el primer día por ofrecer una oftalmología moderna y de calidad, facilitada necesariamente por el acceso a las últimas tecnologías, lo que me permitió ir creciendo como retinólogo durante unos estimulantes años en los que vivimos en primera persona tantos avances en nuestra especialidad.

Tuve el enorme privilegio de conocer y trabajar con el Dr. Javier Ferro. Resulta muy difícil transmitir en estas pocas líneas lo que ha supuesto para mí. Ha sido un regalo trabajar con él. Un maestro. Es un compendio de todas las virtudes que imaginemos de un buen clínico con la impresionante habilidad que caracteriza a los mejores cirujanos, una capacidad de trabajo inigualable y un tremendo cariño y pasión por todo aquello que hace; y todo esto se concentra en una persona buena, tremendamente generosa y de una honestidad y modestia que sólo pueden permitirse los más grandes.

El Dr. Ferro supuso un antes y un después en mi carrera profesional, muy especialmente en todo lo relacionado a la cirugía vítreo-retiniana. De su mano me incorporé a Oculsur Jerez, otro centro puntero en la oftalmología andaluza, perteneciente al grupo Innova Ocular, y en el que con el Dr. Pedro Caro a la cabeza, tuve la oportunidad de trabajar durante 6 años con algunos de los mejores oftalmólogos andaluces.

Actualmente desarrollo mi actividad profesional en la provincia de Málaga y en el ámbito de la sanidad pública. 

Trabajo en el hospital Costa del Sol, soy cirujano de Vítreo-Retina y Responsable de Unidad del Área Integrada de Gestión de Oftalmología, de la que la Dra. Mercedes Lorenzo es la directora y por tanto también mi actual jefa. A su trabajo de gestión de estos últimos años le debemos las mejoras que ha experimentado la oftalmología en el sistema público de salud en Marbella y en la Costa del Sol. También para ella y para mis compañeros de todas las categorías profesionales del hospital, mi gratitud.

Gracias a todos. A mis maestros. A mis compañeros. A mis pacientes.

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